La industria del tiempo compartido surgió a mediados de los años 60 en Europa, de ahí se extendió a Canadá, Estados Unidos y posteriormente al resto del mundo. El tiempo compartido, también llamado propiedad vacacional o multipropiedad, consiste en el derecho de uso de una o varias semanas en un desarrollo turístico o resort, por un periodo específico. La propiedad vacacional es dividida en 52 semanas para ser vendidas de manera individual, por lo que se puede adquirir una o más por familia dependiendo del presupuesto. También existe la modalidad de “semana dividida” la cuál se puede utilizar en 2 vacaciones cortas de 3 y 4 días respectivamente. Básicamente se es dueño de una fracción de la propiedad por un periodo de va desde los 5 hasta los 50 años. Al término del plazo se regresan los derechos de propiedad al desarrollador.

Las semanas o intervalos vacacionales se venden como:

– Semanas fijas – La unidad es comprada para ser usada en una semana específica al año

– Semanas flotantes – La unidad es comprada para ser usada durante una temporada específica como otoño, invierno o todo el año, debiendo hacer su reservación con la mayor anticipación posible, ya que las reservaciones en este caso son en base a “primera llamada/primera confirmación”

Generalmente, los dueños de un tiempo compartido pueden transferir sus semanas a terceras personas a cambio de una compensación económica o simplemente como una donación. Así mismo pueden intercambiar sus semanas a otros hoteles y destinos alrededor del mundo.

Una modalidad más reciente es la propiedad fraccionada, la cuál permite comprar una mayor cantidad de semanas, generalmente entre 5 y 26 a un costo menor y a perpetuidad. Es una manera inteligente de invertir en propiedades de cientos de miles de dólares por una fracción del costo. Por lo general al ser miembro de un club vacacional, se disfruta de mejores instalaciones, servicio y amenidades, en comparación con un hotel tradicional.